viernes, 18 de enero de 2008

Terrones

Lo único que tenía este día de diferente era mi visita al banco para pagar la última cuota de mis 5 años en la universidad. Mi madre muy linda ella se ofreció a acompañarme, yo creo para cerciorarse de que no me tirara la plata. Al salir mi sarcástico hermano me hizo notar que no me había lavado la cara, me dio igual y le dije que no me interesaba y que igual me veía bien (algo que no es tan cierto).

El bus estaba semi lleno y como no habían asientos para las dos juntas nos sentamos una tras de otra. Al siguiente paradero subió el, mi mente lo reconoció pero mis ojos solo se enfocaron en esa nariz griega que me llevó a pensar en el acto en algún lindo y excitante gay. Me miró muy seguro y lo miré con el descaro con que suelo mirar a cualquier tipo atractivo. Antes de sentarse en la otra fila del bus me dijo “Hoooola, a los años ¿Cómo has estado?”. Se sentó lo miré con muchas mas ganas y me acordé de el y me arrepentí de no haberme lavado la cara, damn shit!!

No lo veía hace más de 13 años, en realidad en ese momento solo me acordé de su dulce apellido (Terrones), de su gracioso corte hongo que después se puso de moda gracias a unos venecos, de sus piernas notoriamente arqueadas y presas de las mas crueles burlas, y que una vez me dijo que me quería.

En esos 15 minutos adoré el transporte público, me contó que vivía en Huacho (también tengo una muy buena historia que contar sobre Huacho) que estudiaba Ingeniería Alimentaria, que en Lima había sido barman, que su mamá estaba en Argentina, que su hermanito vivía en la Selva, etc, etc.. Y mientras el me iba contando en 15 minutos la historia de esos 13 años sin vernos, yo, me iba acordando del tiempo en que fuimos amigos, de nuestras inocentes miradas, de mis ganas de aplastar a cada niño que se burlaba de el, y de la última vez que me habló sólo para decirme que me quería. Me acordé de muchas cosas, pero no de su nombre.

El trayecto se fue volando y llegué donde no quería llegar, así que bajé del carro y me despedí de el, mi madre mas atrevida que yo, le dijo que estaba muy guapo, y pues el, súper galante, le dijo que ella se veía tan atractiva como siempre. No intercambiamos correos, no intercambiamos números de celular, sólo intercambiamos recuerdos.

Desde ese día le voy preguntando su nombre a todos mis amigos de la promoción que llegaron a estudiar con el. Algunos no se acuerdan ni de quien les hablo, otros si lo recuerdan, pero igual que yo no se acuerdan de su nombre, y mi adorada amiga a pesar de no acordarse de su nombre, si se acuerda que le tenía ganas desde esas épocas.


Hace unos días, cuando regresaba de sacar la partida de mi abuelo, lo volví a ver, curiosamente en un bus, curiosamente solo faltaban 15 minutos para llegar a nuestros destinos, curiosamente solo volvimos a intercambiar recuerdos. Pero ese mismo día después de tan grato encuentro con el chico sin nombre le di las gracias en silencio por haber sido mi primer amor y por ser hasta ahora el niño que fue hace 13 años, claro está que sin ese espantoso corte hongo, ni piernas arqueadas, pero con la misma inocencia en su mirada, la misma forma de hacerme temblar con su mirada llena de hermosas y largas pestañas.

Gracias mi querido Terrones, espero encontrarte otra vez en algún corto trayecto de bus y que me sigas haciendo recordar de los pescaditos que comprabas para mí a la salida del colegio.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Yo También quiero ser Gay

Hace unos 2 años, cuando todavía era una virginal chica de 19 años, asistí por primera vez a una popular discoteca de ambiente miraflorina. Después de ese día esa disco se convirtió en uno de los principales points dónde recurrir las noches de los sábados.

En aquellos tiempos, siempre acompañada, las únicas reglas para mí eran pasarla bien y llegar a la hora indicada a mi casa. Uno de esos días entré como siempre a la disco y empecé a bailar sola como de costumbre, decidí subir a la barra para así demostrar mis dotes artísticos y para ver si algún hétero se daba cuenta de mi existencia. Y como uds. sabrán luego de 4 vodkas al bailar se te sube la temperatura y cuando te sube la temperatura también te sube todo, eso es casi como la 2da ley de newton, o sea la ley de la fuerza de gravedad, en mi caso yo quería que alguien me agarre con fuerza!!

A pesar de mi calentura tenia muy claro que las probabilidades de encontrar a un pata eran casi remotas, no por falta de pantalones, sino porque como sabrán en lugares así la mayoría de los pantalones se vuelven faldas. Mucha fue mi impresión cuando, casi derrotada y dispuesta a dejar de hacer el ridículo en la barra, un cuero de 1.80 y nariz griega me refrescó poniendo una botella de agua helada en mi espalda. Oh my God!!! No lo podía creer, era mi día, la ruda sirvió de algo, las lentejas de mi mamá hicieron efecto, mi San Toñito por fin se puso a chambear, pensé en ese momento. Luego de un cruce de miradas muy coquetas, como para no decepcionar al que parecía ser un galán de LatinLover, reflexioné sobre la idea si todo eso era de verdad.. O sea no sus inflados músculos sino su interés.. ¿y si quería un trío? ¿Y si sólo quería darle celos a su man? ¿Y si pensó que yo era un travesti? ¿Y si sólo se choco conmigo por casualidad??

Cuando me ofreció un poco de su helada bebida algunas dudas se me fueron, como por ejemplo que no había sido de casualidad la manera tan refrescante de llamar mi atención.. cuando me pregunto mi nombre y me dijo que era una chica muy linda, pensé que eso del travesti eran solo cosas mías, y al final cuando me pregunto si había ido sola, agregando “yo sí” entendí que no quería un trío ya que después que le dije que si, se entusiasmo muchísimo.

Pero sucedió algo con lo que no contaba. Después de conversar muchísimo me comentó que en realidad el sí era gay, lo que sucedía era que quería “probar” con una mujer antes de irse a Inglaterra a casarse con su novio James con quien tenía una relación de 4 años. En ese momento, ya que yo era aún muy puritana, rechacé esa provocadora oferta (la cual no rechazaría ahora) porque no quería ser yo la que sacie esos bajos y confusos instintos. Esa fue la primera vez que quise ser hombre y gay, porque mi querido galán se había convertido en la persona mas linda del mundo y hasta me daban ganas de pasar el resto de mi vida con él. No dejaba de pensar en lo afortunado que era James por tener al lado a un hombre como él, tan lindo, tan guapo y tan pero tan inteligente. Él ya tiene 2 años viviendo en Inglaterra y está felizmente casado con el amor de su vida, James, con quien piensa adoptar a un niño camboyano.
Después de un tiempo volví y después de haber bailado como trompo me senté en el launch del local para poder terminar tranquila mi sexto vaso de vodka. En ese momento una coqueta española de unos 25 años se sentó a mi lado y empezamos a conversar, me contó de todas sus aventuras por diversos lugares del mundo, ella era en realidad la mujer más culta y encantadora que conocía hasta ese momento. Luego de haberme contado todas sus travesías me acarició la oreja y me dijo que yo le gustaba y mucho. Yo le aclaré que no era lesbiana que era (y soy, creo) completamente heterosexual; sin embargo, tragos van tragos vienen hasta que nos besamos, no voy a decir que ella me besó, tampoco que yo la besé, fue algo mutuo, sincronizado y muy, pero muy tierno, claro que la ternura fue transformándose en otra cosa a lo largo del beso, o de los besos porque no nos dimos uno, nos dimos muchos.

Ella me pidió el número para así vernos otro día y salir. A mí me hubiera encantado dárselo ya que la conversación fue estupenda y la química ni que decir, pero yo sabía que si volvíamos a salir no iba a ser solo para conversar, ya que me había mencionado ya sus intenciones así que no se lo di. Le expliqué otra vez que no era lesbiana, entonces ella comprendió y dándome un beso en la frente se despidió diciéndome “carpe diem”. No saben cuánto desee ser lesbiana en ese momento, darle mi número, seguir besándola y seguir saliendo con ella y estoy segura que con ella hubiera vivido momentos muy lindos e inolvidables.

Hace poco volví a ir a la mismo disco, volví a besar a una mujer, volví a encandilarme con un lindo pasivo, y volví a querer ser gay.



jueves, 29 de noviembre de 2007

¡Quédate en mi mundo!

Hola (mi) querido mío,

Ya te he comentado que soy de aquellas que se ilusionan fácilmente, y pues también de las que se enamoran con facilidad. Sabes también que mi interés por ti se dio a través de hechos fortuitos.

Lo que no sabes es que antes de conocerte ya estaba enamorada de ti, sí que lo estaba. Pero mi amor es un amor platónico, tú (mi) querido mío eres mi Platón y yo tu Sócrates y te admiraba igual como te admiro hoy.

Y así te fui leyendo a diario. Sin una ley, sin un horario me perdía entre las letras de tus escritos y hasta lo más irrisorio me parecía lo más romántico.

En ese momento, yo estaba saltando entre amores furtivos, amores de una noche y nada más. Me gustaba mi libertad, me gustaba pasar mis noches con una nueva aventura y nada más. Pero no quería eso contigo, no, de ningún modo, contigo no.

Los otros seres han llegado a mí sin que los busque, pero esta vez te busqué. Decidida a querer conocerte te busqué y te encontré. Te encontré frente a un planeta que se opacó cuando llegaste y sonreíste. Todos los seres que habitaban ese planeta se desvanecieron de mi mente cuando te vi. Y así nos subimos a una nave verde y oscura y navegamos por los lugares más recónditos del mundo, de nuestro mundo. Ese mundo que solo estaba hecho para ambos esa noche, nuestra noche.

Cuando decidimos entrar a aquel mundo paralelo, donde los seres tienen ojos diferentes a los nuestros, te tomé de la mano. El tocarte le puso el toque de magia a ese lugar que se convirtió en el cielo, en nuestro cielo. Nos sentamos en una nube donde un pequeño ángel nos visitaba muy seguido, luego el pequeño ángel nos dejó solos para que el encanto de la noche me permitiera ver de cerca lo profundo de tu alma. Después de despojarnos de nuestros cuerpos para conocer lo que habitaba dentro de cada uno nos dirigimos al planeta donde yo habitaba.

El camino fue confuso y difícil, nos llovían meteoritos de realidad a cada paso pero nada importaba en ese momento porque nuestra magia no la pudieron quebrar nunca. Sin embargo, a pesar de haber visto las estrellas tan de cerca, me hiciste visitar de golpe ese planeta, donde habitan seres deformes, llamado tierra cuando mencionaste que no querías complicarme. La realidad de nuestros mundos se hizo presente por primera vez esa noche, no sólo por lo que tu dijiste, sino porque yo no estaba segura de poder dejar las noches furtivas en galaxias lejanas y ajenas.

A pesar de esa pequeña y corta visita al planeta tierra seguimos nuestro curso y así finalmente llegamos al inicio del momento más enigmático de la noche, nuestra noche. Estacionaste la nave frente a mi mundo y después de ir entre la tierra y el cielo te besé. Me miraste y no lo podías creer. Luego tú me besaste. Nos besamos, nos besamos mucho, y así tus besos humedecieron todo mi ser, tus caricias eran tan suaves como las plumas de las aves rozándome la piel. Esa piel que moría de ganas por serte entregada, pero otra vez la realidad de nuestros mundos se hizo presente, y te fuiste…

Hasta hoy no te he vuelto a ver como aquella noche. ¿Por qué bajaste otra vez a la tierra? ¿Por qué no te quedaste en mi mundo? ¿Por qué dejaste que esos seres deformes te hicieran daño?


Vuelve, vuelve ser de brillantes ojos y blanca sonrisa, vuelve a mi mundo que yo te cuido, yo te protejo de la realidad, vuelve con tu ángel de la guarda que en mi mundo hay espacio para ustedes dos.

¿Quieres que te espere? ¿Cuánto tiempo? ¿Un siglo? ¿Dos? ¿Tres? Yo te espero hasta el fin del mundo, de mi mundo. Te espero calmada y tranquila hasta que ese mal que te hizo la tierra sane, deja que sane pero no vuelvas más a ese mundo. No vuelvas a ese mundo porque yo tendré que ir contigo.

Adiós (mi) querido mío, o mejor, hasta pronto… hasta que hagas sanar tus heridas. Yo y mi mundo te estaremos esperando siempre y por favor no te asustes si de vez en cuando me ves en la tierra, solo bajaré para verte de cerca, para ver como van cicatrizando tus penas.

Con cariño,
Kafir

Pd. Trata que las heridas no dejen huellas. Los ángeles no tienen cicatrices.

martes, 13 de noviembre de 2007

Yo soy la que no buscabas

Tomando prestada una frase del libro «Memorias de mis putas tristes» de Gabo quiero hacer públicas mis quejas ante las exigencias de los papanatas que buscan por enamorada a una Candy del siglo XXI.

A pesar de que la mayoría se jacte de ser muy open mind y de aceptar a una chica « moderna », sus gustos y preferencias cambian por completo al momento de elegir a la (des) afortunada que presentará a sus padres, amigos, primos, etc.

No niego que hay ciertas reglas de etiqueta que uno debe respetar y poner en práctica al momento de conocer a una persona (sea quien sea) por ejemplo el sentarse correctamente, evitar hablar lisuras o jergas, agradecer los detalles, etc. pero esto no incluye tener que estar de acuerdo con todo lo que se dice o hace, esto no incluye ser una huachafa lamebotas y halagar todo de la otra persona, esto no incluye sonreír y mostrarle tus molares a todo el mundo, noo noo y noo!!!

El año pasado antes de terminar con mi ahora ex, recibí la noticia que mi, en ese entonces, «suegrita» había anunciado su llegada a Lima. Sinceramente no soy de las chicas que se mueren por conocer a los padres de la persona con la que estoy, es más, prefiero evitarlos por completo. No lo hago porque simplemente siento un tipo de responsabilidad mayor sobre la relación, pero como ella venía sólo para conocerme pues no podía hacerle el desplante ni evitarle el gusto de sentarse a conversar conmigo :p. La sorpresa llegó cuando mi ex creyó necesario darme, según el, «algunos tips». Estos tips eran en realidad una lista de cosas que iban desde como vestirme hasta que temas tocar al momento de la conversación, lo que obviamente me pareció completamente patético y por supuesto lo rechacé en el acto. Nosotros terminamos 1 mes antes de que su mamá llegue.

Cuando era niña mi mamá siempre me decía que tenía que ser auténtica en todas partes pero, me aclaraba ella, que cuando usara falda me sentara con las piernas cerradas (lo que ahora me cuesta mucho por el uso continuo de pantalón) porque sino se me iba a ver el calzón, yo en ese tiempo le respondía que no había problema porque siempre tenía el calzón limpio.

Ahora entiendo las palabras de mi mamá como lo siguiente: tu tienes que seguir siendo la misma vayas donde vayas pero tus modales tienen que variar dependiendo del lugar en donde estés.

Por eso desde ya, aclaro y advierto que no soy de las mujeres que le dicen si a todo, no me gusta seguir la corriente, digo lo que pienso sin pelos en la lengua y le caiga a quien le caiga, defiendo mis ideales y las causas que considero justas, denuncio y aborrezco las injusticias. Nadie me va a obligar a usar maquillaje, jamás usare lentes de contacto porque adoro mis monturas de carey guindas y grandotas. Si me como las uñas es mi problema, no joder. Mis zapatillas verdes nadie me las toca, al que intente lavarlas que se abstenga a las consecuencias. El 90% de mis amistades son hombres y lo seguirán siendo, el hecho que estudie en una universidad de mujeres no va a cambiar ese dictamen. Cocino solo lo que me gusta comer. Jamás hablare de moda en público; se tejer, bordar y coser pero eso no va a hacer que mi tema de conversación sean los hilos. Bailo en la calle, y no considero que eso sea hacer el ridículo. Soy efusiva, me gusta besar (no discrimino). Me gusta mirar tetas eso no me hace lesbiana (creo) pero si lo fuera no tengo ningún problema (favor de avisarme). Soy chelera, si se pudiera quedar inconsciente sin vomitar sería una alcohólica declarada. Soy descarada, si veo a un buen pata lo miro sin decencia. Piropeo a los hombres. Uso ropa de hombre. Me gusta andar por Amazonas y por Quilca. Voy al Etnias. Soy coqueta. No me gusta perder (solo acepto derrotas frente a mis verdaderos amigos).

Así que ya saben, luego no quiero escuchar reproches ya que definitivamente: YO SOY LA QUE NO BUSCABAS

lunes, 5 de noviembre de 2007

Ai mis yu so fakin match

Extraño pasear contigo por el jockey. Extraño que siempre entres a Tommy y a Lacoste y que me preguntes si me gusta tal polo, o tal pantalón, y decirte siempre que están horribles y que en gamarra encuentras mejores. Extraño que me digas “puta que chola” cuando te digo que prefiero comprarme blusas en gamarra que en menta y chocolate. Extraño que me cholees y que te rías de caja de agua osea waterbox. Extraño reventar de cólera cuando me dices “Breeeeeeeeenda” cada vez que digo que no tengo NI UNA SOLA IDEA (pero es que en realidad no es ni una sola :S ). Extraño golpearme y que te paltees. Estraño comer contigo en Pasquale. Extraño que no sepas usar las servilletas. Extraño compartir los sándwiches. Extraño que se nos chorreen las cremas,( y a ti el helado). Extraño que me jures y rejures que tu pantalón blanco es crema. Extraño verte con tu camisa rosada carísima y gaysísima.

Extraño tus ojos cuando me quieren decir algo. Extraño tus ojos cuando miran mis labios, y los extraño también cuando miras potos caidos (osea el mio no). Extraño ver pelis en tu casa. Extraño que el fucking carpintero nos interrumpa justo cuando casi casi. Extraño el minidepa del segundo piso en el que se puede hacer de todo, y extraño a Cali mirandonos. Extraño que me amarres los zapatos en plena avenida arequipa. Extraño que vayas a recogerme a la U. Extraño caminar contigo hasta el parque antes de llegar a la av. La molina. Extraño buscar una banca para sentarnos. Extraño sentarme contigo a conversar de todo y de nada. Extraño las miradas. Extraño que me hables de tu ex. Extraño que me confundas por telefono con Grisel. Extraño que me confundas por el Messenger con Diana. Extraño que me dejes por las dos. Extraño el pan con pavo del parque Kennedy. Extraño recogerte de la chamba 5 horas antes por ahorrar pasaje. Extraño que me recogas del insti del portugués.

Extraño tus arnette. Extraño tu reloj con lucecita. Extraño tus monturas de la mosca tset-sé. Extraño tu pelo liso y sedoso. Extraño tus orejas odiosamente limpias. Extraño que me preguntes si estas gordo y que te levantes el polo hasta el cuello. Extraño mirarte el poto sin q te des cuenta. Extraño pelliscarte el poto. Extraño tus piernas de futbolista de fulbito de mano. Extraño los 3 pelos que tienes por bigotes. Y los 4 pelos que tienes por chivita. Extraño tus patillas.

Extraño que me agarres de la mano. Extraño que me abraces. Extraño que intentes besarme. Extraño que me beses. Extraño tu respiración. Extraño que me digas que me quieres mucho. Extraño decir que te quiero mucho.

Extraño mucho tenerte a mi lado y abrazarte fuerte fuerte. Aunque solo han pasado menos de 3 meses no tienes NI UNA SOLA IDEA de lo mucho que se te puede extrañar y necesitar, porque has sido para mi mas que un amigo, un enamorado, un compañero, un amante bandido, un consejero, un hermano, un todo para mi, te quiero mucho y no me voy a cansar de decirlo y repetirlo hasta el cansancio. Y a pesar que digas lo contrario, nunca te voy a olvidar, aunque me vaya a Brasil, a Austria o a China.

A mi talareño de acero con mucho cariño.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Les Caprices de Kafir


la semana pasada en mi clase de Literatura de los países de habla francesa hablamos sobre Alfred de Musset, un romántico y a la vez trágico escritor francés del siglo XIX (para mí todo indica que el fue la inspiración de los emos por su forma de escribir), quien, entre muchos otros libros, escribió en teatro Les Caprices de Marianne. Este libro, como el título lo dice, habla sobre los caprichos de la joven, voluble, dulce, paciente, tolerante, cornuda y looser Marianne que a pesar de tener a un romántico empedernido y perdidamente enamorado pretendiente, Coelio, decide casarse con un brabucon, patan, asshole, un son of a bitch llamado Claudio, quien hace pasar a la adornada Marianne por los peores sufrimientos habidos y por haber.


Mientras iba pasando el tiempo y la profe contaba la historia de Marianne descubrí que yo también he sido una Marianne por mucho tiempo, y no una ni dos ni tres veces. Iba acordándome de las veces que abandoné a muchos Coelios por quedarme con algún Claudio, quienes me devolvian el capricho de haberlos escogido y de haber choteado al otro verdaderamente enamorado pretendiente, con un par de adornos, no muy agradables ni agraciados, en la cabeza.

Puedo contar muchas historias de Coelios y Claudios, pero sólo voy a contar una de ellas. Cuando yo aún era una inocente y cándida jóven de 17 años conocí a un Coelio verdaderamente bueno y digno de ser el héroe de la novela mexicana de las 8pm. Una persona que estaba siempre ahí para mi, que venía desde muy lejos solo para verme y hacerme reir cuando tenía un problema, una persona que siempre atendía el teléfono a pesar de la hora, un ser con un corazón tan grande como el océano pacífico, un hombre que me amaba y me lo demostraba de verdad. Sin embargo, a pesar del gran prospecto que tuve a mi lado decidí estar con otra persona, un Claudio, quien después de dos meses se aburrió y decidió enredarse con una de tantas haciendo, nosé si a proposito o no, que todo mi entorno se enterara y asi finalmente mi cabeza quedó como una de esas vacas locas con fuegos artificiales en las kermeses de los coles de cono ( por ejem el Pedro Paulet, mi cole), en otras palabras la cachuda del siglo. Yo por obvios motivo opté por no ir corriendo a los brazos de Coelio y dejar asi esa historia que tal vez pudo ser. Ahora el buen Coelio tiene una hermoza niña y está al lado de una mujer que lo ama y que verdaderamente lo merece (a pesar de que sea muy celosa y que eso no me guste).

La pregunta que me hago cada vez que sucede esto es: ¿por qué siempre nos atrae mas lo malo, lo oscuro, lo pérfido? ¿Por qué preferimos al que tiene cara de player y no al que parece seminarista recien consagrado? ¿Qué hace que nos atraiga tanto las cosas que nos hacen daño? Es acaso que nos gusta el papel de mártir, de sufrida, de maria mercedes.

Yo creo que sufrí de webonitis aguda por algún tiempo, fue un lapsus brutus el hecho de encapricharme con el que sabía me haría daño en el futuro, creo que fueron las ganas de intentar cambiar a la persona que me interesaba en ese momento, el tonto hecho de pensar que estando contigo va a ser diferente y le vas a demostrar al mundo que la fuerza del amor, o alguna otra cursileria idiota como esa, va a cambiar al bastardo ese que jamaaaaaaas cambiará, siempre será un gran necio, un estúpido engreido, egoísta y caprochoso, un payaso vanidoso inconsiente y presumido, y nunca, entiendanlo bien, nunca TENDRÁ EL CORAZON PARA QUERER A ALGUIEN que no sea el mismo.

Por eso a pesar de que, como muchos sabran, he optado por estar sola un muy buen y prolongado tiempo cuando decida pasar esta etapa voy a escojer a un Richie y dejar de lado a un Fonzi. Voy a preferir a un Scritch en vez de a un Zack Y por supuesto, a pesar de que me encante su mistisismo, evitaré mirar a Lex Luthor y concentrarme en Clark Kent. Asi que ya saben girls a penas vean a un Claudio rondando huyan, no se acerquen, eviten cualquier tipo de contacto porque guerra avisada no mata gente.. y si las mata será por cojinovas.


De que me sirve que me quiera
esa persona que no quiero que me quiera
si la que quiero que me quiera
no me quiere como quiero que me quiera.


No se hagan problemas.



lunes, 22 de octubre de 2007

Travesuras de la Niña Buena

Normalmente no me gusta planear las cosas, llámese salidas, fiestas etc. No soy de las personas que apuntan como quieren o esperan que salgan las cosas en su agenda porque siempre he pensado que mientras mas se planea algo, peor sale pero lo que paso el viernes rompió con todo los esquemas y con todo lo que yo pensaba a pesar del rumbo que tomaron los planeas que tenia :p

Mi amiga ahora bautizada por mi como A. Jones (o debo decir Francis Jones??) y yo planeamos la salida del viernes hacía ya una semana. Las dos teníamos diferentes motivos para salir, ella un ligero lapsus de depre y yo porque la semana pasada me había quedado dormida esperando la llamada de una amiga que nunca llamó. Así que ni el dichoso censo ni el hecho que las dos éramos empadronadoras iba a amancillar nuestras ganas de tonear por lo que decidimos salir el día viernes. Como unas semanas atrás, en nuestra última salida, yo había sido la encargada de llevar amigos, esta vez decidimos que ella consiguiera a los caballeros que tendrían el placer de acompañarnos esa noche. En el transcurso de la semana me confirmó la asistencia de los susodichos, pero no contamos con que ambos nos cancelarían un día antes de la salida.

A problemas extremos, medidas extremas. Me comuniqué de inmediato con Alvarito, un lindo y atento amigo que conocí hace unos meses en una disco miraflorina. Alvarito me acepto la salida en one y me prometió buscar a un amigo para poder salir los cuatro juntos.

Llegó el viernes y ni bien regresé de la universidad corrí a conectarme al Messenger para ver si el gran Alvarito había conseguido al amigo que prometió, pero como nada sale como uno lo planea el no había podido contactar a su amigo, a lo que pensé que la salida de esa noche quedaba cancelada. Cuando A. Jones se conectó le comenté el pequeño inconveniente que teníamos, entonces le pedimos a Alvarito hacer lo que sea para poder salir y él como el chico tan lindo que es, nos dijo que esa noche salíamos porque salíamos.

Quedamos en encontrarnos en Miraflores a las 11 pm, A Jones y yo llegamos a las 11.15 pero no había señales de Alvarito, nos dimos unas vueltas por ahí, y nada. Lo llamamos pero tenía el celular apagado, yo no podía creer que el lindo y tierno Alvarito nos estaba haciendo semejante plantón, pensé que tal vez estaba en un lugar donde no había señal. Le dije a la Jones para entrar a algún sitio para esperarlo ya que paradas junto a nosotras estaban dos señoritas que parecían amigas de Diana Carolina (la de Toledo xsiaka) y yo temía que nos confundieran ya que mis calados taquitos número 12 no lucían como los de una monja.

Estabamos caminando cuando vimos a un grupo de gentita bailando axé en uno de los tantos huecos de la calle de las pizzas, como me había llamado la atención le dije a la Jones para quedarnos ahí. Pedimos una chela y pucho en mano nos sentamos para así esperar la llamada del ahora famoso Alvarito.

El ambiente se ponía cada vez mas chvre n una de esas sonó la cancioncita del baile de la garrafa osea de la botella, sacaron una botella vacía de brahma y los improvisados garotos empezaron a sacar a bailar a las féminas. Para cuando el baile terminó mi amiga y yo ya estábamos apunto de acabarnos nuestra litro 100 que empezaba a hacer efecto diurético, me fui al baño y al salir me tope con un peruano con ínfulas de garoto que con contorneantes movimientos no me dejaba pasar. Empezamos a conversar en su fluido portugués y en mi mal portuñol, le conté que estaba estudiando portugués pero que aún no me sentía segura de lo aprendido como para poder hablarlo, entonces me dijo que conocía a un profesor que en menos de un mes me iba a hacer hablar y escribir portugués mejor que Fernando Pessoa.

Después de un rato Omar (el peruano de la av. Brasil) me presentó a Andre, un carioca muy alegre que, por el aro que tenia en el anular de la mano izquierda, era casado. Nos invitó una segunda litro 100 y empezamos a conversar y contar diferentes historias. Mientras el me decía que estaba en Perú estudiando español e Inglés, yo aún seguía muy pendiente de mi celular esperando que mi lindo Alvarito llame. De un momento a otro un guapo surfista de Florianópolis llamado Fernando se acercó muy coqueto a mi suertuda amiga, después de media hora olvidamos por completo los celulares, yo por estar en un interesante intercambio de Idiomas, y ella por un muy buen intercambio de lenguas.

Como la bulla nos estaba ensordeciendo decidimos cambiar de lugar y así poder estar mas tranquilos, en ese momento el número de garotos aumentó y a nuestro grupo se incorporó Thiago, otro surfista, también de Florianópolis, que cada vez que podía me decía que quería darme un beso y me llenaba la mano de baba porque me la besaba cada vez que tenía oportunidad.

Al momento de cambiarnos de lugar Fernando, después de haber jurado amor eterno y de regalarle una rosa, que según Omar parecía árbol de yunza, a mi amiga, abandonó nuestra mesa para sentarse con un trio de bataclanas con las que se fue, seguramente a rezar el rosario, después unos minutos.

Yo estaba encantada practicando mi portugués, aprendiendo muchas cosas nuevas y nombres de famosos surfistas brasileros, como Fernando Fedoca, cuando de pronto, vi a mi premiada amiga dándole mouth-to-mouth resusitation, al, en ese momento, ahogado surfista 2 (Thiago).

Nos dieron las 2 de la noche y como todos los locales, éste también tenía que cerrar, a lo que nos hicieron pasar a otro espacio para seguir la juerga. La música se ponía cada vez mas movida y mis brasileros amigos nos hicieron aprender, a la fuerza, los movimientos que las cariocas bailan cada mes de febrero en las calles de Río.

Después de verme ridiculizada por un travesti brasilero que movía las caderas como si se hubiera comido una licuadora, decidí sentarme y seguir cheleando, ahí los brasileros seguían apareciendo. Cuando mi interés por seguir aprendiendo incrementaba, el interés de Omar por la Jones también, y así en un descuido de Thiago, el muchachito de la avenida Brasil tomó ventaja de la inocencia de mi cándida amiga Jones y se aprovechó asi de la ahora popular Francis.

A las 4 de la mañana yo después de muchas litros 100 y mi amiga después de muchos agarres, tuvimos que abandonar el local porque sino serenazgo lo iba a clausurar, yo pensé que nos íbamos de regreso a mi casa pero los planes eran otros.

La idea era irnos a otra disco a seguir con la juerga, pero no contaron con que Thiago estaba corto de efectivo a lo que fuimos a su hotel para que el recoja dinero. Tomamos un taxi, y cuando llegamos al hotel, nos dimos la sorpresa que el surfista 1, es decir Fernando, se encontraba durmiendo cual angelito en el hotel.

De pronto ya no éramos solo Thiago, Andre, Omar la Jones y yo, sino también Fernando, y un brasilero que me dejó con la boca abierta, ojo sola la boca, llamado Rafael, él también era de Florianópolis, también practicaba surf, pero además era tripulante de Gol. Subimos al taxi y por fortuna me tocó sentarme a su lado. Hablamos de todo, de Brasil, de peru, de su trabajo, del mío, de tablas, de futbol, de moda, de todo lo que pudimos en esas horas, las cuales fueron las mejores de toda la noche. Sería imposible decir que no la pase bien, la pasé de maravilla el resto de la noche que quede en su amplia imaginación.

Lo que si les puedo decir es que esa noche aprendimos muchas cosas nuevas en portugués por ejemplo yo aprendí que no se debe pronunciar; /eu amo Piru/ sino /eu amo peru/, a pesar de que en realidad ame el piru (osea lo q a todas las mujeres les gusta pero q se hacen las locas) la diferencia de caneca y lapicera, apredi que vao gosar juntos tiene una connotación bien pornográfica, aprendí que gostoso neh?, es muy estimulador, y pues la Niña Buena de la Jones aprendió que camisinha no necesariamente significa camisa pequeña!!!!!!!!